La Huelga General. Periódico Libertario. Nº 7

A parlamentar con gobernadores: NUNCA;

A exigir devolución de presos: SIEMPRE

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Va pasando los límites de lo tolerable lo que ocurre entre obreros y autoridades.
¿Aun no se han convencido los trabajadores que nada han de esperar de gobernante alguno?

Pretender mejora de situación, presentando peticiones a los gobernadores, es creer cándidamente que éstos pueden tener sentimientos paternales respecto a los explotados.
No. No es buen procedimiento solicitar apoyo a los que existen solamente para amparar los intereses de los capitalistas, a los que son esencialmente enemigos.

Desde el momento que los asalariados se ponen de acuerdo para reclamar algo, ya que todavía no están bastante organizados para tomarlo todo, que se entiendan directamente con sus explotadores y con ellos solos se las hayan; pero no comentan nunca la torpeza de buscar fuerza más que en su propia energía y voluntad.
A los centros oficiales sólo pueden ir con derecho propio fabricantes y patronos de todas clases, y allí, inspirados en la defensa de sus gangas sociales, intentan cuanto puedan y cuanto quieran contra sus víctimas que tienen la osadía de erguirse como humanos dignos; pero nosotros en conciencia no debemos presentarnos en demanda ni en señal de acatamiento de sus hipócritas bondades.

En nuestros centros nos hemos de reunir. Entre nosotros solos tenemos que tratar de lo que nos conviene. De nosotros han de partir las condiciones que quepa exigir. Y si alguna vez vamos al gobierno civil, no sea en la actitud humilde del que solicita protección, sino como corresponde a humanos que tienen perfecta noción de lo justo y la virilidad correspondiente.
Sí; contra la fuerza bruta no hay más que otra fuerza mayor y la conciencia del derecho.
No lo olvidemos.
Mientras nuestra solidaridad no alcance la resistencia necesaria, no descansemos en el empeño de procurarla.

No cesemos de fomentar la unión y solidaridad entre todos los trabajadores/as para las grandes reivindicaciones.

Muchos, muchísimos ya lo comprenden así, y éste, solamente éste, es el buen camino.
(Fuente)

CERO

La Huelga General. Periódico Libertario. Nº 6

¿Habrá sangre? -Si;mucha.
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No es que nosotros deseemos una revolución sangrienta. Hartas pruebas tenemos dadas de amor a la humanidad para que se nos crean sanguinarios.

La publicación que nos honra imprimiendo nuestros sencillos escritos vino al palenque de la prensa, precisamente para hacer estudiar el capital asunto de la huelga general, más que en son de guerra, con ánimo de hallar una solución eficaz al tremendo conflicto social que hace de la vida de lo más una existencia llena de sufrimientos y privaciones.

Daremos a luz artículos y folletos adoctrinados y de táctica tantos cuantos sean menester para que los obreros y demás desheredados se capaciten de su fuerza y de su poder. No somos impacientes ni hay para qué. Bien sabemos que será larga nuestra jornada pero no dudamos que obrando metódicamente, al final de ella hallarán abundante el fruto.

Como los consejos que da Cruz en otro lugar de este número, lo mismo que los de los otros compañeros, no echarán en saco roto, es indudable, segurísimo, que llegará un día en que el proletariado se vea bastante organizado para dar el quien vive a burguesía, y entonces acaecerá el fenómeno más grande que historia haya mencionado.

Los acaparadores de las riquezas, propietarios, fabricantes, banqueros, etc, etc, y sus sostenedores: militares, curas, jueces, policías, etc, etc, en vez de ser razonables entrando en componendas y de ser inteligentes tratando de coadyuvar al cambio de régimen explotador por uno de fraternidad, querrán oponer resistencia escudados detrás de los pechos de la guardia civil y soldados que no hayan sido contaminados por nuestra propaganda, y entonces, naturalmente, las represalias serán terribles.

Cual furias desencadenadas, como de repente saliesen de sus tumbas las millares de víctimas muertas de hambre o asesinadas por todas las injusticias gubernamentales, ávidas de venganza feroz, cual torrente devastador se echará la masa popular sobre tantos obstáculos se opongan a su reivindicación suprema, y entonces si que la sangre correrá y se desparramará por doquier…

¡Que lamentos! !Que imprecaciones odias!

Serena, firme y sin inmutarse seguirá su camino la Revolución triunfante sin deplorar acaso la sangre perdida, fija la mente en la nueva era de la justicia que con el último bando de sangre humana se instaurará por primera vez, dando origen a una sociedad realmente digna de ser vivida.

(Fuente)

CERO

La Huelga General. Periódico Libertario. Nº 5

Primero regional, después veremos

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Que no nos suceda a los libertarios por la huelga general, lo que a los republicanos portugueses por la revolución política, que decían y dicen estar preparados para hacerla; pero que aguardarán a los republicanos españoles para efectuarla de común acuerdo. ¡Y los años pasan y pasan…!

Lo más probable es que la huelga general, antes de ser internacional, sea nacional, y antes de nacional, sea regional. Que no les preocupe a los compañeros lo que hagan en otras regiones o en los otros países.

Prepárense en sus localidades respectivas; organícense los oficios varios de una comarca; tomen los panaderos, harineros, matarifes y cuantos se relacionan con los productores de alimentación y servicios de transporte y las medidas necesarias para dejar asegurado el servicio de distribución al día siguiente de la revolución, y aprovéchese luego de la primera oportunidad para declarar la huelga general.

Tengamos por seguro que si en un punto importante, cualquiera de una nación toma posesión la clase proletaria del patrimonio universal, haciendo desaparecer cuanto recuerde la sociedad capitalista, poco han de tardar en imitarles los trabajadores de las comarcas vecinas.

Empezada ya la nueva producción cambio y repartición de productos se podrá proceder al derribo de calles y barrios malsanos; construcción de casas higiénicas; incautación de todo el metálico y papel moneda existente en casas particulares, bancos y oficinas públicas, cuyo dinero dejará de tener circulación en país comunista, reservándolo la Federación para las indispensables compras en otras regiones u otros pueblos.

Que no teman los revolucionarios la intervención extranjera, cuando haya triunfado su obra. Al menor intento de restablecer un gobierno cualquier nación vecina declarará también la huelga general y entonces comenzaría la federación comunista Internacional.

Activemos, por lo tanto, la organización comarcal de los trabajadores para la huelga general como preludio de la Revolución Social.


(Fuente)

CERO

La Huelga General. Periódico Libertario. Nº 3

La huelga general enriquecerá a los pobres sin empobrecer a los ricos.

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La creencia de que los ricos hacen vivir a los pobres y que sin ellos habría aún más miseria, está tan arraigada, que ha de costar mucho trabajo convencer de la falsedad de tal creencia.

Ni los pobres necesitan a los ricos ni estos a aquellos.

Bastará una organización razonada del trabajo y de la distribución equitativa de sus productos para que desaparezcan las dos clases en que se divide hoy la sociedad de los productores y consumidores; esto es, de pobres y ricos.

Una huelga general bien estudiada y practicada podrá únicamente lograr la edad de oro soñada por los altruistas pasados y presentes.

Beneficiarán de ella todos cuantos hoy han de privarse de algo: mendicantes trabajadores, empleados, pequeños comerciantes y la mayoría de los poseedores de títulos universitarios.

En cambio, los que se llaman ricos continuarán siéndolo, porque se les podrá dejar en el uso de sus lujosas habitaciones, facilitándoles además cuanto es necesario para la vida.

Con la entrada de su superfluo en el patrimonio universal, suelo, subsuelo y maquinaria bastará para que la producción satisfaga a todas las exigencias.

Ahora bien.

¿Es posible una huelga general?

Si.

¿Cómo llegará a producirse?

Cuando un suficiente número de trabajadores y empleados se crean capaces de organizar lógicamente la sociedad.

¿Que medidas deberían adoptarse desde el primer momento para asegurar su triunfo?

Las federaciones de oficios empezarán solamente la producción y el cambio de productos cuando hayan disuelto, derribado y exterminado todos los engranajes que componen el régimen capitalista; Estado, sostenido moralmente por la iglesia y materialmente por el ejército; Tribunales, sostenidos por la policía.

¿Qué será de los polizontes, de los jueces y togados, militares, curas y empleados públicos?

Siendo los más débiles después, habrán de amoldarse al nuevo estado de cosas y serán los primeros en aceptar el nuevo modo de ser, que les asegurará dignamente la vida sin otra obligación que la de contribuir al sostenimiento del régimen de solidaridad humana.

Los ricos serán más felices que hoy porque continuarán gozando sin ver sufrir a los demás.

Los pobres no tendrán envidia de los ricos porque no carecerán de nada.


(Fuente)

CERO